La afinación del piano, al igual que en la mayoría de los instrumentos, varía permanentemente con los cambios de temperatura y humedad; además los extremos de estos parámetros y los cambios bruscos, pueden dañar el instrumento. Por eso es aconsejable:
- No exponer el instrumento a la luz del sol de manera directa, ya que esta calentará el piano de manera rápida y despareja, resecará en demasía las maderas, además de decolorar y deteriorar el lustre.
- Evitar ubicar el piano cerca de calefactores, de frente a la salida del aire acondicionado, o en lugares con corriente de aire permanentes.
- Evitar colocar el piano en ambientes con alta fluctuación de temperatura, o con Humedad-sequedad o temperaturas extremas.
- Tener en cuenta que en la ubicación del piano no existan riesgos de goteras o salpicaduras y nunca colocar jarrones, macetas, vasos ni cualquier otro recipiente con agua sobre el piano, ya que si se derrama algún líquido, además de afectar el lustre y la madera externa, puede entrar al interior del piano provocando grandes daños.
Además es aconsejable afinar el piano de forma periódica, unas dos veces por año, aprovechando esa instancia para revisar el estado de la mecánica y su regulación como el resto del instrumento.

